Un poema es una impresión intelectualizada, o una idea transformada en emoción, comunicada a los otros por medio de un ritmo. Este ritmo [. . .] está compuesto de un ritmo verbal o musical y de un ritmo visual o imagen, que concurren interiormente en él.
La traducción de un poema debería, por tanto, conformarse absolutamente (1) a la idea o emoción que constituyen el poema, (2) al ritmo verbal en que esa idea o emoción está expresada; debería conformarse relativamente al ritmo interior o visual, y si no es posible conservar el mismo tipo de imagen, ser fiel en todo lo posible a las propias imágenes originales.
Fernando Pessoa
[Texto dactilografiado, tal vez, en 1923].
Fuente: http://ensayopessoa.blogspot.com/2007/09/la-traduccin-de-poesa.html
"El hombre sabe que hay en el alma tintes más desconcertantes, más inolvidables y más anónimos que los colores de una selva otoñal. . . Cree, sin embargo, que esos tintes, en todas sus fusiones y conversiones, son representables con precisión por un mecanismo arbitrario de gruñidos y de chillidos. Cree que del interior de un bolsista salen realmente ruidos que significan todos los misterios de la memoria y todas las agonías del anhelo".
Cita de Chesterton en el final de "El idioma analítico de John Wilkins" de J. L. Borges (en Otras inquisiciones).
Cita de Chesterton en el final de "El idioma analítico de John Wilkins" de J. L. Borges (en Otras inquisiciones).
Fusiones y conversiones: esta concepción del lenguaje puede ser, también, una definición de la traducción como práctica transformadora y recreadora de sentido. En este blog sobre la traducción de poesía, sobre su teoría y su praxis, abrazaremos esa creencia en los "ruidos que significan", pronunciados, una y otra vez, con un matiz distinto. Eso proponemos aquí: que cada uno haga brillar su voz particular para la versión de un texto al que intentará honrar de la mejor manera: buscando que su música vuelva a aparecer en nuestro idioma.
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